No eres la única. El mercado del fast fashion está hecho para esto. Las marcas de bajo costo promueven la necesidad de querer siempre algo nuevo, no importa lo que dure. Por esto es habitual que a veces terminemos comprando grandes cantidades de ropa a bajos precios.
Pero vale la pena considerar el verdadero valor de tus prendas más allá del simple precio. Porque, seamos honestas, a veces lo barato cuesta caro… y ¿cuántas de esas prendas terminamos dejándolas atrás al poco tiempo o simplemente no nos ponemos? Es ahí cuando recomiendo que consideres invertir en unas buenas piezas.
Te hablo de una compra inteligente. Porque es claro que tenemos que tener en cuenta nuestro presupuesto a la hora de vestir, pero no es menos cierto que a veces es mejor invertir en prendas de calidad que en fast fashion. Y aquí te diré por qué.
Las prendas low cost se desechan con facilidad. Una prenda de mayor costo te durará por años, manteniendo en óptimas condiciones su calidad y estilo.
¿Tienes el clóset lleno pero te pones sólo una pequeña parte de lo que hay allí? Las prendas de calidad te harán un gran favor al ser menos y ocupar el espacio justo y necesario en tu clóset. Se trata de ser más consciente de lo que consumes.
No se trata de gastar más, sino de invertir bien. Simplemente observa, organízate y de vez en cuando reduce la cantidad de prendas que vas a comprar. Con la misma inversión tendrás menos número de prendas, pero lo que compres valdrá la pena, pues podrás usarlo el resto de tu vida.
Por eso les llamo una inversión heredable. Déjales a quien tú quieras esas prendas que tanto amas y te estarás asegurando de que a ellas también les duren.
Si quieres variar o renovarte, siempre tendrás la opción de vender. Y no se trata de cualquier tipo de ropa, sino que lo mejor de lo mejor. Incluso en tiempos de cuarentena, puedes convertir tus redes sociales en una atractiva vitrina para hacer re-commerce y vender a precios increíbles.
Para mí, esta es la razón de mayor peso y la más importante. Al ser prendas buenas y heredables en vez de un producto pasajero y desechable, tu compra es mucho más consciente. Como te decía, la moda rápida tiene un ritmo veloz, arriesgando que existan precarias condiciones laborales en la confección de sus productos, ya que solo se preocupan de vender la mayor cantidad de prendas posibles. Además, la industria textil es una de las que más contamina y cambiar nuestros patrones de consumo podría reducir este problema. Te conviene vestirte increíble con un buen producto, sin gastar recursos innecesarios y sin contaminar.
Yo te ayudo a armar una lista de prendas básicas top, con ella puedes revisar que tienes y que te falta en tu clóset. Escríbeme para coordinar a isis@consultoradeimagen.com o déjame un mensaje en contacto.