Una de las cosas que más valoramos cuando compramos un vestido o una blusa, es la originalidad. Sentir que nadie más llevará esa prenda con estilo único. Aquí te contamos cómo convertirte en una experta en comprar ropa vintage:
Lo primero es diferenciar entre segunda mano y vintage. La ropa vintage no tiene por qué estar usada; puede ser nueva pero pertenece a varias décadas atrás (la ropa de cuando tu madre era joven entra en esta categoría). La ropa de segunda mano es precisamente eso: ropa que ha sido usada previamente independientemente del año en el que se fabricó.
Las prendas vintage se caracterizan por la exclusividad de la prenda, la estética y la historia y la calidad. Antiguamente la ropa tenía una calidad muy superior a la de ahora. Se realizaban las prendas a medida, con materiales nobles; se buscaba la calidad y que esa prenda durara por décadas en el clóset.
Si no puedes ir en busca de tu tienda vintage perfecta, una opción estupenda es visitar a tu madre o a tu abuela y bucear en sus closets; ahí encontrarás, con seguridad, tu mejor pieza.
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